Ante las situaciones inesperadas de cambio, debemos adaptarnos lo más rápida y naturalmente posible, está en nuestra especie o condición. Es una lección que estamos aplicando, de manera irremediable, por la continuidad del concepto que enseñamos, es más, podemos afirmar por otro lado que forma parte de manera intrínseca del propio arte, donde debemos responder ante las circunstancias que se nos presentan aceptando y gestionando lo que viene. Así, sólo debemos cumplir con los parámetros que se estudian en el tatami para convertir lo ‘anormal’ en lo habitual, lo cotidiano. El cambio nos fortalece, nos hace más versátiles, nos hace sobrevivir enriqueciendo nuestra existencia. Sigamos creciendo ¡ Bienvenid@s !

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